Autora: Carmela Manrique Mutiozábal, Servicio de Endocrinología y Nutrición Hospital de Urdúliz- Alfredo Espinosa, Vizcaya. Miembro del Grupo de Trabajo de Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la SEEN
La modificación del estilo de vida, particularmente de la dieta, es la pieza clave de la estrategia poblacional para la prevención cardiovascular.
En nuestro ámbito cultural, y demostrado científicamente, la dieta mediterránea tradicional constituye el patrón alimentario más saludable y sostenible. Este patrón prioriza el uso del aceite de oliva virgen como grasa principal y culinaria, y el consumo de alimentos de origen vegetal como verduras, hortalizas, fruta fresca, frutos secos y legumbres. Además, recomienda que el consumo de alimentos de origen animal sea moderado, dando preferencia al pescado y aves, y limitando las carnes rojas y procesadas (embutidos), y los quesos grasos, evitando el consumo de alimentos ultraprocesados.