Oviedo, 18 de octubre de 2024.- Los pacientes que se someten a un trasplante hematológico tienen un mayor riesgo de desarrollar desnutrición y, junto con otras alteraciones fisiopatológicas, suponen un reto para el tratamiento médico nutricional. Ello se debe a múltiples causas, como la propia enfermedad de base, el proceso de preparación para el trasplante o acondicionamiento, complicaciones infecciosas, afectación del tracto gastrointestinal por mucositis o la enfermedad injerto contra huésped.
Todo ello desencadena un impacto negativo en la situación nutricional de los pacientes, en la capacidad para la ingesta de alimentos, en la absorción intestinal de los nutrientes y, en consecuencia, genera pérdida de peso, desnutrición y sarcopenia, siendo fundamental un tratamiento individualizado para alcanzar los objetivos nutricionales. Así se ha puesto de manifiesto en la ponencia ‘Nutrición en trasplante hematológico’, celebrada en el marco del 65º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que tiene lugar del 16 al 18 de octubre en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo.